A José Bono le han llamado al orden en Moncloa. Si no fuera por los gruesos muros que protegen la intimidad del Ejecutivo, se habrían oído los gritos en Castilla-La Mancha. Fuentes socialistas cercanas a Felipe González señalan que su gran valedor, Felipe González, se está pensando dejar de protegerlo tras la salida de pata de banco que tuvo el autor de la famosa frase: «lo que necesita nuestro partido es un líder que grite sin pudor 'viva España'».
José Bono, que ejerció su mejor baza, el populismo, al abrir las puertas del congreso, tuvo que agachar la testuz ante sus todavía jefes en el ejecutivo. Se ha considerado poco caballeroso en un partido absolutamente jacobino aún donde cualquier disensión es considerada alta traición. Carme Chacón sigue siendo una baza que se reserva el PSOE por si vienen mal dadas, y la frase iba dirigida directamente contra ella. La todavía ministra de defensa que permanece fiel, callada y discreta de momento pero puede dar la campanada en el próximo trigésimo congreso Federal del PSOE donde puede presentar batalla. Bono, tal vez para no pecar de soberbio, ha declarado que Eduardo Madina, un nombre que suena como posible colocado o ganador, sería un buen secretario General del PSOE.
Alfonso Guerra no quería ni jovencitos ni mujeres, pero la vieja guardia del PSOE ha quedado absolutamente tocada. Y Bono, pese a la feroz campaña emprendida contra él por el grupo Intereconomía, tiene su aquel. No hay más que ver sus vídeos en Youtube de pilladas en el congreso bromeando sobre los rumores sobre su amistad con señoras estupendas, las noticias sobre su vida sentimental y sus trasplantes capilares. El consuegro de Raphael, como Adolfo Suárez en la transición, goza de mucho tirón entre las señoras, y en España, desde la LOGSE vamos para atrás, como los cangrejos.
En cualquier caso, si algo no necesita el PSOE en el momento presente es más división, ahora entre el PSC catalán y el resto del partido.
Andrés Velázquez
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