Me gusta todo lo que sea bajar impuestos. Incluso sospecho que lo que me gustaría es que no hubiera impuestos, incluso no le hago ascos, en mis mejores sueños, a suprimir todos los impuestos. Y esto porque todo impuesto es un atentado contra la libertad.

Mariano Rajoy (en la imagen), el neoliberal que impuso la mayor subida del IRPF desde hace cuatro legislaturas, ha decidido que el impuesto de Sociedades –el que grava los beneficios empresariales- baje desde el 30% al 25%. Me temo –nos enteraremos en el próximo Consejo de Ministros del viernes 6- que se trata de igualar lo que pagan las pymes con lo que pagan las grandes empresas. Esto ya es malo, porque es como si hubiera un sólo tramo del IRPF y todos -pudientes e impecunes- pagaran el mismo porcentaje.

Los impuestos que España necesita bajar son el IRPF y las cuotas sociales
Pero eso no es lo grave. Lo grave es que la derecha sigue viviendo para los rentistas, en lugar de hacerlo para empresarios, profesionales y trabajadores. Si quieres beneficiar a éstos lo que tiene que hacer no es bajar el impuesto de Sociedades, que tampoco es tan alto en España, sino bajar las cuotas sociales y el IRPF, que es lo que reduce la renta de las familias y lo que impide la creación de desempleo y anima la economía sumergida.

Ojo, es verdad que esta reducción del impuesto de Sociedades anunciada por Rajoy viene precedida por una reducción de las desgravaciones. En otras palabras, si cogen ustedes la memoria de un gran banco o de una gran corporación, comprobarán que rara vez, por no decir nunca, la diferencia entre beneficio bruto y beneficio neto no alcanza el 30%. Pues bien, desde el 1 de enero se lo han puesto más difícil.

Ahora bien, el asunto es que el tipo único es injusto porque representa la igualdad de los desiguales. Cuanto más reducida y simple sea una escala impositiva, más injusta.

Lo segundo, y más importante, es que el señor Rajoy no debería haber empezado su etapa de reducción de impuestos por el tejado. Quiero decir que los primeros impuestos que hay que reducir son aquellos que merman la creación de empleo, la contratación. A saber: las cuotas sociales y el IRPF. Que sean impuestos altos, y lo son en España, es mucho más grave que subir el IVA o que subir los llamados impuestos sobre el ahorro (que son impuestos sobre el rentismo).

En cualquier caso, como dijo Rato, el hombre que perdió la carrera sucesoria frente a Rajoy, el PP se dedica a reducir impuestos, no a subirlos.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com