El vicepresidente del Comité Nacional Electoral (CNE) venezolano, Ezequiel Zamora, considera que la auditoría de 150 mesas "carece de sentido" porque se obviaron los requerimientos de
Las declaraciones del vicepresidente del CNE han caído como un jarro de agua fría en el Gobierno, que afronta las críticas opositoras a la transparencia del proceso. "El CNE se está auditando a sí mismo", señala
En este río revuelto, el partido Un Sólo Pueblo ha acudido al Tribunal Superior de Justicia para denunciar ante
Las dudas sobre las máquinas no está gustando nada a la empresa contratista Smartmatic, que ha apostado por una revisión total. "Que se audite todo", señala su presidente Antonio Múgica. La sospecha no es nueva. Ya el pasado 24 de junio la senadora norteamericana Jennifer Mc Coy recomendaba la auditoría de las máquinas y las papeletas para que el resultado fuese "confiable".
Y para echar más leña al fuego, la compañía norteamericana Penn Schoen & Berland Associates, que realizó encuestas a pie de urna, asegura que, según sus datos, el 59% de los votantes estaban a favor de la revocación. "Hay más problemas con la votación que con el sondeo". Desde el Gobierno se descalifica el resultado de la encuesta, ya que la empresa utilizó a miembros de la organización opositora Súmate para la realización del sondeo.
Venezuela ha quedado dividida en dos mitades. Por una parte, la izquierda, que recibe apoyos "solidarios" de todas las esquinas del planeta que critica la falta de realismo y de sentido democrático de la oposición. Por otra, una oposición que se encuentra aislada y prácticamente sin apoyos internacionales.