Sr. Director:
Nuestra sociedad de consumo nos ofrece muchas marcas de un mismo producto que nos permiten elegir el precio, la calidad, el color, el diseño, el sabor, etc. Es propio de un país al que llamamos "desarrollado".
Hace años viajé a México DF. Después de varios días en la capital, no acertaba a entender lo que ocurría en muchos barrios de la gran ciudad de 25 millones de habitantes. Las calles eran grises, descuidadas, por contraste a grandes áreas lujosas. Un día caí: no había clase media. Por tanto, había barrios sin alcantarillado, costaba encontrar productos de uso cotidiano en los grandes almacenes, por ejemplo "unas medias", te costaban un dineral y las encontrabas en tiendas carísimas. ¡No había clase media!
La conclusión es que el desarrollo material conlleva la oferta variada y la igualdad de oportunidades. Todos gozamos de un mínimo nivel adquisitivo.
Sorprendentemente esto parece que a partir de ahora no será posible en la enseñanza. Todos los centros concertados tendrán que equipararse al "modelo único de enseñanza" que decida el Gobierno de ERC avalado por el tripartito catalán. No será posible el concierto escolar para aquellos centros que decidan impartir la educación por separado -aunque en igualdad de calidad- a los chicos y a las chicas o quieran dar religión. Si esto llega a término lo considero un claro retroceso y una falta de libertades, impresentable para un país democrático y "desarrollado" del año 2004 como es Catalunya siglo XXI.
Así se concreta el tan esperado "CAMBIO".
Dolors M. Colomer
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