La cadena pública seguirá obligando a sus espectadores a ver cine español
Luis Fernández, presidente de la Corporación RTVE, fue el encargado de abrir la nueva temporada del Foro de la Nueva Comunicación. De su presentación se encargó el periodista Iñaki Gabilondo, compañero de Fernández en su etapa en PRISA y ahora, según aclaran ambos, buenos amigos. Será por eso que Gabilondo desplegó un catálogo de elogios a RTVE, que era una televisión de partido hasta que Zapatero "otorgó" su decreto de manumisión en 2007. Desde entonces, TVE "es una televisión verdaderamente pública, como demuestra su acción informativa". Si no tuviéramos oportunidad de ver los Telediarios, podríamos creerlo.
El presidente de la Corporación opina lo mismo hasta en cinco ocasiones presumió de "pluralidad, neutralidad e independencia": "informativos plurales, los que más". Y volvió a la carga cuando el director de ABC, Ángel Expósito, le recordó las quejas del PP, que llegó a vetar la asistencia de sus cargos a 59''. Quedan en el olvido los "deslices" de los informativos que introducían una imagen de Rajoy en medio de una pieza sobre torturas en Iraq. No importa, porque Luis Fernández está encantado de haberse conocido: "TVE ya no es una televisión de partido, sólo rinde cuentas al Parlamento".
El otro contenido del que se vanagloria RTVE es el cine español. Su presidente está satisfecho de haber emitido el 98% del cine español visto en televisión. Fernández lo describe como un "compromiso de apoyo" a la industria y amenaza con emitir aún más en la temporada que comienza. Así se puede explicar parte de la pérdida de audiencia del Ente, cuyo concepto de "obsesión por la cultura" (se entiende el primer término, pero no el segundo) pasa por emitir películas que han fracasado en la gran pantalla y que, en su mayoría, sólo sobreviven gracias a las subvenciones. El público vota "no" al cine español cuando se niega a ver sus películas, pero no tiene más remedio que tragárselas si quiere ver la televisión pública. Luis Fernández no dará otra opción: travestis, mundo sórdido, relatos ideológicos de la guerra civil… o cambiar de canal.