En un momento de contracción del gasto, un Ministerio de Industria luce poco.
El presidente de la Comunidad Autónoma Aragonesa, Marcelino Iglesias, fue el primero que se blindó el Audi 8, que viene a salir por 400.000 euros. Desde entonces ha subido mucho, y ha sabido ganar las elecciones y ganarse la coalición del Partido Aragonés Regionalista (PAR) con un adecuado reparto de cargos. A fin de cuentas, el 60% del Presupuesto del Gobierno autónomo se va en gastos de personal, por lo que hay muchos cargos para repartir.
Su estrella política brilla, así que ahora se autopostula como futuro ministro de Industria, Energía, comercio y Turismo, sin duda el segundo departamento económico en importancia tras la propia Vicepresidencia. Es decir, que pretende sustituir a Miguel Sebastián, cada vez más alejado de su ex amigo Rodríguez Zapatero. Y es que un Ministerio como de gasto público sufre mucho en periodos de contracción forzada del gasto.
Iglesias es profesor de esquí pero, como él mismo dice, siempre tendrá más currículum que la responsable de igualdad, Bibiana Aído, cuyo historial ha rebajado drásticamente las condiciones para acceder a la condición de ministro. Eso sí, Iglesias siempre será recordado entre los mandatarios socialistas por haber sido el primero en blindarse su Audi 8, lo que supone un coste de 400.000 euros. Todo sea por la seguridad, no personal, entiéndase, sino institucional.
Por de pronto, ha aprovechado su presencia en Moncloa -financiación autonómica- para plantear su candidatura, aprovechando que las relaciones entre ZP y Miguel Sebastián son cada vez más distantes. Eso sí, el propio presidente del Gobierno se ha encargado de echar un jarro de agua fría sobre la inminencia -que no inmanencia- de la crisis de Gobierno, más que nada para no proporcionar una imagen real de desgobierno, que es la que proporciona ahora mismo el Ejecutivo.