Me llama mucho la atención la carta escrita por Guadalupe García Sánchez-Colomer en la que pide a Rajoy que se defina sobre el aborto.
Querida Guadalupe: Rajoy ha definido claramente su postura muchas veces, así como su partido. Con mayoría absoluta no sólo no quitaron el aborto, sino que introdujeron en España y legalizaron la famosa Píldora del Día Después (causante de millones de abortos) y la RU-486 (aborto químico). No se conformaron con eso, poco antes de salir del poder aprobaron la primera ley que permitía la experimentación con seres humanos en estado embrionario.
Todos estos son datos fácilmente comprobables.
En el programa "Tengo una pregunta para usted" del 30 de marzo de 2009, ante la pregunta sobre su postura acerca de la ley del aborto (la de 1985, causante de más de un millón de muertos), responde: "Mi posición hoy sobre ese asunto es que se debe mantener la ley que existe y está en vigor en estos momentos en España" y "Yo creo que el equilibrio estaba en esa legislación, y por eso no la cambiamos".
Ese equilibrio al que alude Rajoy incluía el exterminio de seres humanos con "taras" físicas o psíquicas (no sé qué ideología me viene a la cabeza) hasta las 22 semanas de gestación, la pena de muerte para un bebé no nacido si su padre es un violador y su madre así lo decide (hasta las 12 semanas), o el asesinato de un feto hasta los 9 meses de gestación si la salud física o incluso psíquica de su madre podía sufrir graves peligros. Una ley muy equilibrada, sí señor.
Cuando le preguntaron sobre la experimentación con embriones humanos: "En España se puede investigar con células madre embrionarias por una decisión que tomó el Partido Popular en su día. Eran embriones congelados ¡eran muchos!". Le paso el enlace al programa citado.
Creo que Rajoy, aunque defiende el genocidio abortista, por lo menos es honesto y dice claro lo que piensa. Pero hay que querer oír, aunque duela.
Un saludo,
Pedro M. de Echanove Pasquín