- El Gobierno francés no someterá al Parlamento la intervención militar.
- El partido-milicia chií libanés Hezbolá respondería a un ataque militar extranjero contra Siria disparando misiles contra Israel.
- Arabia Saudí apoya a una intervención extranjera mientras que Egipto la rechaza.
- Y el Papa Francisco insiste en rechazar una intervención militar: "¡Nunca más la guerra!".
Esto empieza a recordar mucho las 'pruebas' de las armas de destrucción masiva que, según George Bush, albergaba la dictadura de Sadam Hussein y que luego nunca se encontraron.
Pero el presidente francés Francois Hollande, más chulo que nadie, asegura que, al contrario que sus homólogos británico y estadounidense, no va a pedir permiso a su Parlamento para intervenir militarmente en Siria contra el régimen de Bashar Al Assad.
Recordemos que el primer ministro británico, David Cameron, recogió un 'no' a la intervención en el Parlamento británico y el presidente estadounidense, Barack Obama, ha dicho que va a buscar la aprobación previa del Congreso a su anunciado ataque contra Siria.
Pero Hollande es el jefe del Ejército en virtud de la Constitución francesa y tiene poderes para ordenar una intervención, con la única obligación de informar al Parlamento en el plazo de tres días tras su inicio. Solo si la acción militar fuera a durar más de cuatro meses estaría obligado a contar con aprobación parlamentaria para su continuación.
Mientras, los representantes del régimen sirio recuerdan que cualquier ataque contra el país "beneficia a (la organización terrorista) Al Qaeda y a sus afiliados en el país, entre ellos el Frente al Nusra y el Estado Islámico de Irak y el Levante", según explicaba el viceministro de Exteriores de Siria, Faisal Mikdad.
Algo de tanto sentido común no terminan de entenderlo los máximos gobernantes yanki, británico y francés. Pero lo de Siria es un polvorín en el que se mezclan también los odios intra-islámicos, entre chiítas (el Gobierno de Bashar Al Assad, aunque en su caso, alauitas laicos) y sunitas (Al Qaeda). De hecho, el partido-milicia chií libanés Hezbolá ha dicho hoy que respondería a un ataque militar extranjero contra Siria disparando misiles contra Israel desde territorio sirio. Por contra, de la cumbre árabe de ayer ha trascendido que Arabia Saudí (sunita) apoya una intervención extranjera (o sea, de EEUU y Francia) contra Bashar Al Assad (chiíta, aunque más concretamente, alauitas laicos) mientras que Egipto rechaza una acción de esas características.
Recordemos que Arabia Saudí es cuna del sunismo más fanático, pero a la vez es amigo de Occidente por sus intereses en el petróleo, y con el cual -dicho sea de paso- aprovecha en ocasiones para chantajear a ese mismo Occidente.
Y a todo esto, el Papa Francisco no deja de insistir -como ya hiciera Juan Pablo II contra la guerra de Irak- en la paz: "Queremos un mundo de paz, queremos ser hombres y mujeres de paz. Queremos que en nuestra sociedad destrozada por divisiones y por conflictos, explote la paz. ¡Nunca más la guerra!". Además, el Sumo Pontífice anunció la convocatoria dirigida a toda la iglesia a una jornada de ayuno y de oración "por la paz en Siria, en Oriente Medio y en el mundo entero" el próximo 7 de septiembre, "víspera de la Natividad de María, Reina de la Paz", según recoge Radio Vaticana.
Lo dicho hoy por Hispanidad: Obama repite los errores de Bush y busca su guerra para autoafirmarse como el presidente del país más poderoso del mundo. Pero para eso no hace falta bombardear nada ni a nadie y menos cuando tu intervención va a favorecer al terrorismo yihadista.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com