¿Rubalcaba es capaz de montar un Watergate en la sede central del Partido Popular aprovechando su paso por el Ministerio del Interior? Por supuesto, ¿es que lo duda alguien?
Rubalcaba -si le das las espalda te la clava- no es un malo de película, aunque a él le encante esa imagen. Desgraciadamente, muestra los síntomas de un malo verdaderamente real. Resulta algo mucho más peligroso. Es un personaje con un objetivo: conseguir el poder y mantenerse en él. Respecto a sus principios, basta con recordar sus lamentos jeremiacos sobre la actitud -tibia a más no poder- del Partido Popular a la hora de defender la vida del abortado, de los embriones congelados o de otras lindezas zapateriles. Especial mención merece la durísima crítica de Rubalcaba a la timidísima reforma del aborto que pretenden el amigo Gallardón: "Si el Gobierno pretende hacernos retroceder 30 años en el derecho al aborto…".
Por tanto, yo le creo perfectamente capaz de organizar desde el Ministerio del Interior su particular Watergate. Para Rubalcaba (en la imagen), todo vale y vale todo.
Eulogio López
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