Sr. Director:
El proyecto de separación, división y ruptura de Artur Mas va cosechando el no allí por donde pasa en Europa.
La última en sumarse a la lista ha sido un peso pesado: la canciller Angela Merkel. Cualquiera que conozca a Merkel sabe que lo que dice lo cumple y con firmeza germana. Por eso me resulta sorprendente la respuesta del expresidente del Parlament, Joan Rigol (CiU), poniendo en duda las palabras de la canciller y presumiendo que en caso de secesión los dirigentes europeos "irían todos detrás de Cataluña".
Oyendo a los dirigentes de CiU da la sensación de que ni España ni Europa son viables sin ellos y que todos les van a rogar y suplicar sus favores. ¿Hasta dónde llega la soberbia y la vanidad del nacionalismo catalán Por favor, un poco más de realismo y menos mirarse al ombligo. Hay peligro de quedarse encorvado.
Miguel Torres