- Su acusación contra Rajoy de retirar la reforma del aborto por orden del Nuevo Orden Mundial relanza la festividad de los Santos Inocentes como bandera antiabortista.
- Al tiempo, Monseñor Osoro dedica varias horas a recibir y a bendecir familias en la Catedral de la Almudena.
- Paralelamente, Alternativa Española se vuelve a manifestar ante clínicas abortistas, sedes de partidos políticos e instituciones responsables del genocidio abortista que sufre España.
Como saben, el pasado domingo fue un día doblemente festivo: se conmemoró la festividad de los Santos Inocentes y de la Sagrada Familia. Dos efemérides que en la actualidad cobran una mayor importancia para reivindicar en voz alta valores como la vida y la familia, los cuales están seriamente amenazados en nuestro país. En todo este panorama destaca la figura del obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla (en la imagen), que se ha convertido en el baluarte de la defensa de la vida en España.
Ya el pasado viernes, Hispanidad se hacía eco de una carta pastoral de este obispo, titulada Por un plato de lentejas. La peor de las corrupciones, en la que denunciaba que Rajoy aceptó el aborto a cambio de "un puesto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas". Una acusación contra el presidente del Gobierno de retirar la reforma de la ley del aborto por orden del Nuevo Orden Mundial (NOM). Además no se puede obviar el día que eligió para su publicación, el 26 de diciembre, fiesta de San Esteban, el primer mártir cristiano que murió apedreado por no callar las verdades de Dios.
Esta denuncia de Reig Pla se puede ver como un hecho elogioso, heroico y lleno de valentía, pues no todos los miembros de la curia católica española se atreven a hablar tan claro como el obispo de Alcalá de Henares. Un acto que también mereció el elogio, entre otros, del periodista Juan Manuel de Prada, quien en su artículo en ABC lo definió como "un obispo radical que no se queda en las ramas y sabe designar la raíz de los males". Además añadió que "en España no hay mitrado que provoque tanta furia como Juan Antonio Reig Pla, por la sencilla razón de que no hay ninguno que exponga con tanta clarividencia y falta de respetos humanos la doctrina católica.
Sin embargo, las palabras del obispo de Alcalá de Henares no habrán gustado tanto a los miembros del Gobierno, especialmente a Rajoy y a Soraya. Pero no es la primera vez, pues el pasado mes de septiembre hubo otra carta, en la que aseguraba que el PP y el PSOE eran "estructuras de pecado".
Al tiempo, el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, dedicó varias horas, entre las diez de la mañana y las diez de la noche, a bendecir familias en la Catedral de la Almudena. Sin embargo, el sucesor de Rouco Varela optó por no celebrar la Misa de las Familias en la calle. En su homilía, aprovechó para ir descubriendo dónde se encuentra la belleza de la familia. Para Monseñor Osoro el icono es la Sagrada Familia de Nazaret. También aludió a la familia como "escuela del humanismo auténtico", un encuentro de generaciones y un "santuario del amor y de la vida", en cuyo centro como sustentador está Dios. "Lo antiguo es vivir marginando a Dios, queriendo ser como dioses", añadió.
Paralelamente, Alternativa Española (AES) se volvió a manifestar ante clínicas abortistas, sedes de partidos políticos -entre ellas, la del PP en Madrid- e instituciones responsables del genocidio abortista que sufre España. Por ejemplo en Zaragoza, donde no sólo pidieron la derogación de toda legislatura abortista, sino que también mostraron la realidad del asesinato por aborto.
Volvamos a Reig Pla porque la Asociación Tertulia Feminista Les Comadres -una de las 300 que participó en el denominado 'Tren de la Libertad'- ha registrado este lunes un escrito en el Vaticano pidiendo que el obispo de Alcalá de Henares se disculpe por comparar sus manifestaciones contra la reforma de la ley del aborto con los trenes del campo de concentración de Auschwitz. Y es que Reig Pla dijo, ni más ni menos, lo que tenía que decir, que ese progre ferrocarril "debería llamarse, no el tren de la libertad sino el tren de la muerte, del holocausto más infame". Parece que esta Asociación y otras muchas deberían abrir bien los ojos ante la cifra de la barbarie, ya que en 2013 los abortos en España rondaron los 110.000. ¡Un auténtico drama!
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com