Cabreo entre las telecos: "Un ministro de telecomunicaciones no puede ir contra las operadoras"
Como es archisabido, hoy es el día sin internet. UGT y diversas asociaciones de consumidores han propuesto que no utilicemos esa máquina que nos ha hecho la vida más fácil. ¿La razón? Las teleoperadoras han respondido a la obligación de facturar por segundos con una subida de tarifas. "Una respuesta no deseada de una medida que era buena", señala el ministro de Industria, Joan Clos.
Pero lo más alucinante es que el ministro responsable de las telecomunicaciones haya anunciado que "en solidaridad" con los consumidores afectados "va a tratar de minimizar" el uso de su móvil, aunque advierte que "debido a mis responsabilidades, si lo tengo que usar, lo haré". Estas declaraciones realizadas durante un desayuno informativo organizado por Red.es y Europa Press ha encabronado al sector que afirma que un ministro no puede sumarse a una campaña contra la industria.
Por lo demás, no deja de ser un gesto. Estúpido, pero gesto. Porque resulta que el Gobierno sigue estudiando si ha habido concertación de precios. "No basta con intuición; hay que probarlo". Vaya, y nosotros que tras las declaraciones de Blanco de este jueves pensábamos que las intuiciones de Clos eran todopoderosas...
Y no será por estudios. Resulta que están estudiando la eventual concertación de precios la CMT en coordinación con el SDC. Lo que no deja de tener su morbo. Atentos: la "independiente" CMT junto a un servicio a extinguir, pero orgánicamente dependiente de Solbes. No entendemos nada. Pero es que además, están estudiando el asunto en el instituto Nacional de Consumo y en el TDC. Mucho estudio y poca actuación. Al final, el ‘pacto entre caballeros' es tan evidente que el propio ministro asegura que "los que no lo han hecho no les ha ido mal", en clara referencia a Yoigo de Florentino Pérez. O sea, que algunos lo han hecho, señala el moderador del encuentro. El ministro no se queja.
En resumen: gestos demagógicos, inflación de estudios y déficit de coraje para defender la verdadera competencia. Y eso, a pesar de que el ministro concluye tras el estudio comparado de las tarifas europeas que "a mayor competencia y fortaleza de los reguladores, menores tarifas". ¿A qué espera si de verdad quiere proteger a los consumidores?