Sr. Director:
En este año que conmemoramos el centenario del nacimiento de Salvador Dalí, uno de los genios mayores que ha dado España al mundo (de los miles que ya ha aportado a la Historia), el Ayuntamiento de Madrid, en un alarde de surrealismo exacerbado, se ha unido a los actos del centenario destripando la plaza que lleva su nombre. Se llegó incluso a cuestionar el futuro del conjunto monumental diseñado por el genio, porque está de más. No se ha pensado en los miles de turistas que, ansiosos de contemplar obras de Salvador Dalí, querrían ver su plaza con el fabuloso monumento.
Ahora, como tantos rincones de Madrid, está empantanado, convertido en un hormiguero de trabajadores, lleno de vallas, y zanjas, que vienen a ser las contemporáneas trincheras de una guerra contra el Madrid que no le agrada al señor alcalde, que es el contrario al que nos gusta a los demás madrileños, ¡y en especial a los vecinos de la zona!, que son los que deben opinar en estas obras faraónicas tan del gusto del señor Gallardón, que mudan la fisonomía de la ciudad con un mero chascar de dedos.
César Botey
botey@eresmas.com