Sr. Director:
Hoy en día estamos viviendo un cierto recrudecimiento de la guerra en Afganistán y a un desmantelamiento de las tropas americanas de Irak, en este contexto me ha parece interesante la idea del Sínodo de obispos orientales.

 

La violencia en Irak, Irán, Palestina, Pakistán y Afganistán, no es fundamentalmente contra los cristianos, me comentaba un amigo estudioso de el Islam, sino contra los ciudadanos que en su mayoría son musulmanes. La crítica al Islam político se basa en que en sí mismo no es compatible con el concepto de ciudadano moderno, y por eso decimos que es inaceptable, ya que quita la libertad, elimina la democracia y permite fácilmente una teocracia o una autocracia.

Aunque en este contexto parezca contradictorio hablar de diálogo, pues este parece imposible, decía el padre Samir, cabe resaltar que éste es el objetivo. El proyecto cristiano, que se subraya en el Sínodo de obispos orientales, es construir juntos una ciudad para el hombre: musulmanes, que son la mayoría, cristianos, judíos, ateos... Estamos defendiendo la libertad humana, el ser humano.

Lo que queremos -concluye el padre Samir- es una sociedad que se aproxime a la verdadera democracia y a los derechos humanos. Cuando se organiza, en nombre de Dios, un proyecto político de signo contrario, tenemos la obligación de combatirlo.

Jesús Martínez Madrid