En una de sus últimas catequesis, el Papa emérito, Benedicto XVI, siguiendo sus meditaciones sobre el Credo, se refirió a Dios como Creador del cielo y de la tierra, como Creador del ser humano. "Dios pone orden, armonía y belleza en todas las cosas, y no deja de su mano a sus criaturas", dijo.
En su catequesis central en italiano el Papa se preguntó si tiene sentido, en la época de la ciencia y de la técnica, hablar aún de creación, y cómo debemos comprender las narraciones del libro del Génesis. Y explicó que la Biblia no pretende ser un manual de ciencias naturales; sino que, en cambio, pretende hacer comprender "la verdad auténtica y profunda de las cosas".
Porque la verdad fundamental que los relatos del Génesis nos revelan es que el mundo "no es un conjunto de fuerzas contrastantes entre sí, sino que tiene su origen y su estabilidad en el Logos, en la Razón eterna de Dios, que sigue sustentando el universo". "Hay un designio sobre el mundo que nace de esta Razón, del Espíritu Creador". Y creer que en la base de todo está esto, "ilumina todo aspecto de la existencia y da el valor de afrontar, con confianza y con esperanza, la aventura de la vida".
Por último, me parecen importantes estas palabras que pueden ser como un testamente sobre el matrimonio, dirigió un pensamiento afectuoso a los recién casados que participaron en esta audiencia general.
Deseó a los queridos recién casados a "tener siempre confianza en la Providencia, incluso en los momentos difíciles de su vida conyugal", pues son el hombre y la mujer, cumbre de la Creación.
Valentín Abelenda Carrillo