- Fertiberia ya no es la mina de oro de antaño y las renovables, cómo no, un error.
- Y la aventura inmobiliaria y los nuevos negocios ha debilitado la que fuera el grupo con la constructora más rentable de todos.
- Lo más grave: mientras el negocio decae la deuda global del Grupo se dispara (8.400 millones de euros).
- Y se trata de una deuda reacia a bajar.
- Y el negocio constructor, naturalmente, no funciona.
- El Grupo Villar Mir es donde el ex vicepresidente coloca como sucesor a su hijo Juan Villar-Mir de Fuentes.
El grupo Villar Mir, presidido por Juan Miguel Villar Mir (en la imagen), del que pende la constructora OHL y otros negocios ha presentado sus más flojos resultados de los últimos años, los correspondientes al primer semestre del ejercicio. La facturación cae un 3,7%, hasta los 3.020 millones de euros, el ebitda se sitúa en los 616 millones de euros (13% menos que en el primer semestre de 2013) y el beneficio cae a la mitad, hasta los 50 millones de euros.
La construcción ha caído en España, Fertiberia ha dejado de ser una mina de oro, la división inmobiliaria continúa sin funcionar (ya veremos qué sale de la entrada en Colonial) y el único rostro halagüeño lo presenta Ferroatlántica. Las renovables, como siempre, un error.
Pero lo peor de todo es la deuda creciente y de difícil reducción. Hablamos de una deuda -del grupo, no de OHL- de 8.500 millones de euros, un 16% más que un año antes.
La matriz del Grupo será la que herede su hijo y sucesor, Juan Villar-Mir de Fuentes. El que fuera el grupo de infraestructuras más solvente del país se ha diversificado demasiado y demasiado deprisa. Quizás ese haya sido su error.
En cualquier caso, fuentes del Grupo aseguran que se prepara un programa de reducción de deuda que podría conllevar venta de activos. Pero no sabemos de cuáles.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com