El Vicepresidente Primero y Ministro de Economía, Rodrigo Rato, afirma que el Gobierno no desea la privatización de las cajas. Sin embargo, si no lo desea, lo parece. El reglamento de las cuotas participadas aprobado por el Consejo de Ministros del viernes 20 de febrero abre la puerta a la entrada de los bancos en el capital de las cajas, tal y como informamos el jueves 19 (ver Hemeroteca, Ediciones Anteriores).
El Gobierno se defiende argumentando que la tenencia está limitada al 5% y que, además, estará desprovista de los derechos políticos. Sin embargo, la regulación de la posible sindicación de cuotapartícipes y la posibilidad de la presencia de su presidente en la Asamblea General permiten pensar que la propiedad terminará imponiendo su criterio.
Además, la regulación de la posible excepción marcada por el Banco de España a ampliar la retribución de los cuotapartícipes a más del 50% máximo establecido en el reglamento, abre la puerta a la descapitalización de la importante obra benéfico social y, por tanto, la desnaturalización de las cajas. Eso sí, con el apoyo implícito y explícito de la CECA y de los liberales que en el mundo son, que apuestan para que las cajas "se traten frente a los inversores".