Al Gobierno no le gusta nada la idea del protectorado. Cada vez que alguien la plantea, responden nerviosos que se trata de hacer lo que están haciendo los países de nuestro entorno. Granado asegura que la cifra de ahorros coincidirá con la cuantía del macrofondo europeo de 750.000 millones.
También Zapatero y Salgado se excusan en que los ajustes se están realizado en todos los países de nuestro entorno. "Hubo un proceso de expansión fiscal y ahora otro de consolidación fiscal; Uds. siempre están fuera de ese contexto de coordinación europea", acusa Salgado. Por su parte, Zapatero reitera la teoría de que el PP es la única oposición europea que coloca palos en las ruedas. Todo para evitar la teoría del protectorado, que es la real.
Porque lo que de verdad ha ocurrido es que España se ha convertido en el epicentro de los ataques especulativos contra el euro. Y como consecuencia, Alemania ha diseñado un procedimiento de intervención en que -junto al FMI, poli malo- se ha dedicado a poner firmes a todos. Empezando por España, pero siguiendo por Italia y Francia. Hasta Gran Bretaña. Sí, somos un protectorado alemán. Pero no somos el único.
Rajoy ataca los bandazos del Gobierno. Zapatero se defiende: hemos cambiado de opinión, pero para eso hay que tenerla y Uds. no la tienen. Un ataque similar al de Salgado. Y es que el giro de 180 grados es brutal. Salgado explica que cuando se produjo el encuentro ZP-Rajoy no se habían producido los ataques especulativos que desencadenaron las actuaciones precipitadas del Gobierno y que después han sido seguidas por otros gobiernos europeos.