El gobernador MAFO se encara con el Gobierno Rajoy

• El culpable del desastre bancario español culpa al Ejecutivo de la situación del sector.
• Y exige a De Guindos más competencias para el Banco de España.
• Además, afirma que, hasta ahora, las decisiones de supervisión se han tomado "con criterios exclusivamente profesionales".
• El gobernador tendrá que declarar sobre la intervención de la CAM el dos de mayo.

Sorprendidos. Así ha dejado el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO) (en la imagen), al auditorio del XIX Encuentro del sector financiero, organizado por Deloitte y el ABC. El gobernador, socialista, puesto en el cargo de manera unilateral por el Gobierno ZP, ha exigido al Ministerio de Economía que respete "la autonomía del Banco de España en su actuación supervisora", y ha pedido que le traspase "buena parte de las competencias del régimen sancionador, de otorgamiento de licencias, etc., en línea con lo que ha venido sugiriendo desde hace tiempo el Fondo Monetario Internacional".

Asimismo, ha pedido que el FROB -dependiente del BdE- pueda "asumir los poderes de las juntas de accionistas en los bancos intervenidos".

A menos de dos meses de abandonar su cargo -finaliza en junio de este año- MAFO ha afirmado que, hasta ahora, las decisiones que ha tomado la entidad han respondido siempre a "criterios exclusivamente profesionales". Tal vez no recuerde las sucesivas quejas que el cuerpo de inspectores trasladó al Ministerio de Economía porque sus informes, que alertaban de la situación de algunas entidades -por ejemplo, la CAM-, eran sistemáticamente ignorados por su jefe.

Por cierto, MAFO tendrá que responder a las preguntas que le planteará, el próximo dos de mayo, la comisión que investiga esta intervención por parte del Banco de España.

En cuanto al futuro del sector financiero, el gobernador del Banco de España, ha afirmado que si la economía se recupera, las medidas adoptadas serán más que suficientes, pero que si la situación no mejora, las entidades tendrán que afrontar mayores exigencias de capital.

Pablo Ferrer