La última intrusión del Estado chino en la ordenación de un obispo para la iglesia patriótica hace unos meses provocó un enfriamiento de las relaciones entre China y el Vaticano. Por ello, el Santo Padre Benedicto XVI pidió a los católicos en el rezo del Ángelus del pasado miércoles que se orara por la Iglesia de China. "La Iglesia en China, sobre todo en este momento, necesita de la oración de la Iglesia universal", afirmó el Papa, invitando "en primer lugar, a todos los católicos chinos a seguir y a intensificar su propia oración, sobre todo a María, Virgen fuerte", tal y como informaba la Agencia Zenit.
Y es que los ataques actuales contra la Iglesia no son directos -aunque todavía existen, como por ejemplo en nuestro país-, sino indirectos. Y tampoco se trata de que la Iglesia dependa del Estado como pasó hace un par de siglos en Francia, sino que el Estado pretende ser él mismo quien dirija a la Iglesia, conquistar la Iglesia. Y esa es la intención de China con su iglesia patriótica.
Por eso es llamativo que Benedicto XVI pida oración de manera especial, para que "supere la tentación de un camino independiente de Pedro". Y el Santo Padre pide la oración por que "con la oración podemos obtener para la Iglesia en China que sea una, santa y católica, fiel y firme en la doctrina y en la disciplina eclesial".
Andrés Velázquez
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