Sr. Director:
Los dos sacerdotes de 49 años y 60 años respectivamente, pertenecían a la diócesis de Ocaña, Norte de Santander.
Los religiosos murieron este lunes junto cuando viajaban por una carretera entre Convención y Teorama, localidades a más de 600 kilómetros de Bogotá, en el departamento de Norte de Santander, en el nordeste del país.
En el camino a Teorama recogieron a los albañiles Édgar Vergel y José Emilio Carrascal, quienes habían sido contratados para hacer unos trabajos de arreglo y reparación en la Alcaldía de ese municipio de la provincia de Ocaña.
La Policía Nacional en la región afirmó entonces que el automóvil en el que iban cayó en un campo minado por presuntos rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), quienes también dispararon contra las víctimas.
«Se trata de un crimen atroz que enluta a la Iglesia de Colombia, en particular a los familiares y fieles de las Parroquias de San José de Convención y del Monte Carmelo donde ejercían el ministerio pastoral como párrocos ejemplares y queridos de sus feligresías», afirmó en el comunicado el arzobispo de Tunja.
«Cualesquiera hayan sido los autores intelectuales y materiales de este hecho violento y sacrílego, lo condenamos como un crimen que deshonra a quienes lo cometieron y atenta contra los anhelos de reconciliación y de paz que la Iglesia viene predicando», afirmó.
«Pedimos al Señor, Príncipe de la Paz, que toque el corazón de quienes siembran de muerte nuestra Patria y los lleve a reconocer su errores y a enmendar sus crímenes», añadió el presidente de la Conferencia Episcopal.
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