Marga es una universitaria, responsable donde las haya. Sus compañeras de Universidad la tienen como la empollona de la clase pero algunas la consideran un bicho raro.
Y es que, hasta hace poco tiempo, Marga vivía para los estudios y para ella misma, su objetivo era terminar la carrera de medicina con muy buenas notas, ganar mucho dinero y comprarse un buen coche y un buen piso.
Así lo había manifestado más de una vez. Desde hace más o menos un año, Marga se ha hecho otra escala de valores: Sigue sacando muy buenas notas pero, ahora dice que lo hace: "para servir mejor y ser más útil a la sociedad".
Sigue estudiando muchas horas pero ahora saca tiempo para estar con sus amigas y para visitar a un matrimonio anciano que, según le han dicho en Cáritas, viven solos.
Cada sábado los saca de paseo y algunas tardes se va al piso de estos para acompañarles y jugar a las cartas con ellos. Marga se ha ofrecido como voluntaria de Cáritas y dice que es más feliz que nunca. "La vida, dice Marga, es un regalo de Dios y debemos gastarla en favor de los demás".
Conozco a Marga, a Feliz, a Juan, a Elisa y a muchos otros voluntarios que han entendido la vida como un servicio voluntario a los demás... ¡Ojalá cunda el ejemplo!
José Carretero Ruiz