El primer aniversario de los atentados del 11-M se han saldado con un nuevo ninguneo. En el madrileño Parque del Retiro se han plantado 192 cipreses en memoria de los 191 fallecidos en los trenes, al que suman al sargento de los Tedax fallecido en Leganés. De nuevo, se vuelven a olvidar del bebé que se encontraba en las entrañas de una de las víctimas. Tenía nombre y su padre llora hoy por su mujer y por su hijo, esperando reencontrarse algún día "con sus ángeles".
Pero el sentimiento del padre no debe de significar nada. Se olvidaron de su "ángel" más pequeño, del fruto del amor que le unió a su esposa hasta el trágico amanecer del pasado 11. El mismo olvido que el del "diario independiente de la mañana". ¿Por qué? Porque la ideología es así de imbécil. Pero la realidad es pertinaz. Hace ahora un año, un hombre perdió a su esposa y al hijo que llevaba dentro. Así de sencillo. Y así de cruel.