Pérez, una vez presidente del Real Madrid, se replanteará la batalla por Iberdrola: los March y los Albertos le instan a justificar la inversión: hay que entrar en el Consejo de la compañía o forzar una OPA extranjera, un nuevo caso Endesa. El presidente de ACS adopta la técnica de controlar medios grandes y amenazar con querellas a periodistas individuales.
Semana isidril y grande la de Florentino, a un paso de ser elegido presidente del Real Madrid por aclamación, sin elecciones. El actual presidente de ACS necesita hacerse con la Presidencia del club blanco, entre otras cosas para disponer de la popularidad necesaria que le catapulte en su batalla más difícil: derrocar a Ignacio Galán como presidente de Iberdrola. En este sentido, el cambio de estrategia ha cambiado: ACS, esto es, ni Pérez, ni los March ni los Albertos, suenan ya con hacerse con un 20%, aunque continúen repitiéndolo por todo Madrid: ni con esa echarían a Galán, aunque podrían tener opción a consolidar la participación de forma parcial. Lo que necesitan es entrar en el consejo de administración, lo que presagia una batalla jurídica larga, más otra batalla en los órganos anti-monopolio (Galán les acusará de ser competidores).
No, lo que ahora busca ACS -algo ya incoado en el pasado- es forzar una OPA de una empresa extranjera, sea EDF -ya intentada por la insensatez del presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero- o con Suez, socio de La Caixa y de la propia Iberdrola y siempre dispuesto al abrazo del oso.
Es la reedición de un nuevo caso Endesa, hoy en manos del Gobierno Berlusconi, sólo que esta vez para entregar Iberdrola a Sarkozy, algo que estaría bien visto por Zapatero, aunque no por el titular de Industria, Miguel Sebastián.
Para liderar esta operación no muy patriótica, Pérez debe continuar conquistando medios informativos: Unedisa (Expansión, Marca y El Mundo) ya beben en su mano y Pérez considera que con los derechos del Real Madrid en la mano puede ganarse el favor de PRISA y Mediapro-La Sexta. El presidente de ACS ha decidido combinar la mano tendida hacia los editores y las amenazas de querella a los periodistas concretos que no él son dóciles. Seguiremos informando.
Eulogio López
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