El exsecretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, senaló este martes que Espana tiene un problema de competitividad que radica en las importaciones. En los últimos diez anos las importaciones han pasado de suponer el 20% de la demanda nacional a suponer el 30%. La solución, cuando el euro no estaba en marcha era la devaluación de la moneda, algo imposible después de que el BCE tomara el control de la política monetaria europea.
En consecuencia, el ajuste de la pérdida de competitividad se ha producido por medio de desempleo. De modo que el paro ha sustituido a las devaluaciones como mecanismo para intentar ser más competitivos. Para Luis de Guindos la falta de flexibilidad laboral favorece ese defecto: los salarios se negocian entre las centrales sindicales y la patronal, una fórmula que beneficia a las grandes empresas, pero que limita la competitividad de las PYME.
Alemania es para el exsecretario de Estado un buen ejemplo, ya que, frente a la crisis, se ajustaron las horas de trabajo a la demanda, aunque eso también afectara a los sueldos.
Mariano Tomás
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