La solución a la situación de la educación básica es una asignatura pendiente desde hace mucho tiempo.
Durante años, se ha buscado la vía de nivelar por abajo la complacencia evitando conflictos y unos objetivos en los que no han primado el esfuerzo y la independencia de las escuelas de objetivos ideológicos. De ahí que en los estudios de organismos internacionales, OCDE y UE estemos entre los países de cola.
La situación creada por el despilfarro económico que hemos vivido los años pasados, están haciendo que se tengan que hacer importantes recortes en los gastos de educación. Esto está propiciando, que se utilicen como arma arrojadiza, esgrimiendo como consecuencia que un mayor número de alumnos por aula, una mayor dedicación de los profesores, reducción de recursos económicos, etc. supondrá un deterioro de nuestro sistema escolar.
Hace unos meses la Fundación de Estudios de economía aplicada, FAECA, publicó un estudio sobre el tema y calcula un valor de impacto de cada factor (horas de clase, tiempo de estudio en casa, ratio alumno-profesor, número de ordenadores por alumno, nivel socioeconómico del alumno). Las conclusiones no son tan evidentes como a algunos políticos o "pensadores de la educación" les gustaría. Con todo, se pueden sacar algunas conclusiones: comparando unos países con otros, el factor que se muestra más relevante en los resultados académicos (dejando aparte el nivel socioeconómico del estudiante, en el que los recortes no inciden directamente) es la cantidad de tiempo que los alumnos están en clase. Existe una relación positiva entre el número de horas de clase y los resultados.
Aparte de esto, el resto de factores muestran una repercusión bastante menor, o muy ambigua, en los resultados académicos. Por ejemplo, el informe de FEDEA constata la no vinculación entre el mayor gasto por alumno y los resultados, algo que ya ha sido indicado varias veces por la OCDE.
Tampoco parece ser decisiva la ratio alumno-profesor, aunque tiene una influencia ligeramente positiva en la media de la OCDE. En cualquier caso, tanto la ratio profesor-alumno como el número de ordenadores por aula "tiene poco efecto en los resultados de PISA en la mayor parte de los países".
Sí puede influir en la calidad de la enseñanza una mayor dedicación del profesorado a clases en detrimento de preparación de clases u horas de refuerzo. En general, la OCDE establece una relación entre menor porcentaje de horas dedicadas por los profesores a dar clase y mejores resultados. Esto puede perjudicar la calidad de la educación. Con todo, también hay que decir que la jornada laboral de los profesores españoles –con cerca de 240 horas menos por año que la media de la OCDE– permanecerá intacta.
El contraste entre los estudios y lo que está ocurriendo, resulta patético. Cada formación política, algunas sin sentir el peso del pasado que nos ha llevado a la situación actual, propiciada por políticas educativas desenfocadas, prefiere mantener su posición antes que estudiar con carácter abierto las propuestas, aportar ideas en pro de un consenso, reiteradamente solicitado, y construir un sistema educativo de calidad . Se ve que aún en situaciones extremas, cada uno va a lo suyo: que no es el bien común.
Fernando Villar Molina