Pues que, a pesar de los miles de españoles asesinados por su fe cristiana por la izquierda, no se registró (no digo que no los hubiera pero no se tienen noticias) ni un sólo caso de apostasía. Al parecer, los españoles de la II República y la Guerra Civil preferían morir antes que relegar de Cristo.
A los progres les ocurre lo mismo que a Lenin. Aquel gángster inteligente repetía a los suyos que dejarán en paz a los curas tibios: los consideraba sus mejores aliados. Igualmente, ante el caso de Asia Bibí, la cristiana paquistaní condenada a muerte por blasfemar contra Alá, lo que fastidia es que prefiere morir como cristiana antes que apostatar y hacerse musulmana. Minuto digital ha resumido sus declaraciones, ésas que los cobardes califican de imprudentes.
Por cierto, Pakistán es un país con arsenal nuclear, trufado de fundamentalismo pero no como Afganistán: es un gran aliado de Occidente. Por eso, esperamos que los líderes occidentales como Barack Obama, Angela Merkel, Silvio Berlusconi y, por supuesto, ZP, salgan en su defensa.
Eulogio López
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