Sr. Director:
Por lo general vivimos en una constante carrera: el trabajo, la familia, los ajetreos de cada día. Lo único que nos detiene es una luz roja, un disco "pare", un letrero "ceda el paso" o cuando debemos esperar en una fila nuestro turno. Sería bueno también cambiar el signo "pare" por uno que diga: "Pare y piense".
Cuando vas a tanta velocidad no puedes percibir, y aún menos valorar, las maravillas del mundo que te rodea. No puedes apreciar con agrado el paisaje. Lo único que se consigue es uno más dos, es decir, es-tres. Cómo cambia la visión de nuestra vida cotidiana cuando al reducir un poco la velocidad descubres que hay flores en el camino y que a lo lejos se ve el mar.
En vez de discutir con tu colega en el trabajo dile que le deseas un buen día y ofrécele una sonrisa. Esto exige quitar el pie del acelerador. A la hora de pagar en el supermercado, en vez de reprender a la chica que atiende por su lentitud dile ¡muchas gracias por su trabajo! Y así disfrutarás más del viaje.
"Tienen ojos y no ven"; no veamos sólo lo negativo de los demás, sino que devolvamos mal con bien, con una sonrisa, un gesto de amabilidad o con un simple pero a veces tan costoso "gracias".
Iván Marchant
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