No podemos dar la noticia por cierta y no hay manera de contrastarla (y conste que lo hemos intentado). La anécdota corre por los mentideros políticos madrileños desde el día en que el primer ministro danés visitó España. En ese momento, Zapatero había estado en Túnez, desde donde animó a todos los países del mundo, no a una alianza de civilizaciones (lo que ha dado en llamarse la retórica Miss Universo), ni a un ansia infinita de paz, sino a imitar a España y retirar todas las tropas de Iraq. Los servicios de comunicación de Moncloa, que dirige Fernández de la Vega, se aplicaron en matizar las declaraciones del presidente, sin excesivo éxito.

Sucedió durante la visita del primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, a España. Rueda de prensa conjunta en Moncloa. Zapatero, pertinaz en el error, vuelve a repetir algo muy parecido a la barbaridad de Túnez. Al final del acto, ya entre su séquito, el primer ministro danés, cuyo comentario al decir de un intérprete, fue el siguiente:

-Me habían dicho que este tío era tonto, y ahora sé que es tonto.

El martes 26, Zapatero volvió a dar muestras de su especial generosidad política: está dispuesto a olvidar la desagradable cuestión de Gibraltar y permitir que el espacio aéreo único europeo siga adelante. Lo cual incluso puede resultar un jugada muy interesante, sólo que significa un regalo a los británicos ¡sin obtener nada a cambio! Lo mismo que ocurrió con la Constitución Europea y con la retirada de las tropas en Iraq.