La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) continúa sin pagar los 85 millones de dólares que Viajes Marsans, propietario de Aerolíneas Argentinas, esperaba para salvar sus problemas de liquidez en la compañía.

Esto supone un cambio de actitud del Gobierno Zapatero respecto a la empresa propiedad de Gerardo Díaz y Gonzalo Pascual, así como respecto a su socio, el primer ejecutivo de Aerolíneas Argentinas, Antonio Mata. Además, cada vez parece más difícil que Mata pueda cumplir su promesa de levantar el concurso de acreedores de Aerolíneas, entre otras cosas porque tal decisión no le corresponde a él sino a los tribunales. Por su parte, el Gobierno Argentino de Néstor Kirchner ni se ha inmutado ante las declaraciones de Mata. En definitiva, el PSOE español ha vuelto a ser el mismo de la oposición: se impone la tesis de atender la reclamación de los acreedores minoritarios.