- Además, tiene todo el apoyo de Rajoy para cargarse la marca.
- El Gobierno central está harto de las proclamas independentistas de CiU y compañía.
- Con la absorción de CX, el Santander lograría ampliar su presencia en Catalunya, su asignatura pendiente en España.
El Santander todavía no ha culminado con éxito ninguna de las subastas a las que se ha presentado, dentro de la reforma del sistema financiero. De hecho, es el único de los grandes -exceptuando Bankia- que no ha absorbido ninguna entidad. Y no será por falta de interés. De hecho, a estas alturas, Emilio Botín (en la imagen) contempla muy en serio la absorción de Catalunya Caixa, tal y como venimos diciendo en Hispanidad.
Pero se plantean dos cuestiones. Por una parte, el estado de las cuentas de la entidad catalana que no son, precisamente, boyantes. Y, claro, el presidente del Santander exige ayudas públicas al Gobierno para realizar la operación. No está dispuesto a asumir todo el coste de la compra.
La segunda cuestión: el empeño de la Generalitat de que la entidad que se haga finalmente con CX, mantenga la marca, por lo menos en tierras catalanas. Esto, a Botín, no le gusta. Es sabido que su modus operandi cuando adquiere una entidad contempla, como primera medida, sustituir los rótulos de las oficinas por las del Santander.
Pues bien, el Gobierno de Mariano Rajoy , harto de las últimas soflamas independistas de los últimos días proclamadas por los Oriol Pujol, Mas y compañía, ha dado todo su apoyo a Botín para que, si se hace con la entidad, se cargue la marca que tanto protegen desde la Generalitat.
Sin duda, la operación gusta a Botín, ya que permitiría ampliar la presencia del Santander en Catalunya, una asignatura pendiente de la entidad cántabra. Pero no a cualquier precio, sobre todo si tiene que pagar él.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com