Cientos de colegios, peñas, cofradías y parroquias exhiben un Nacimiento, unos ostentosos, otros más humildes, pero como ingrediente básico todos constan de Virgen María, San José, El Niño y los Reyes Magos.
La ruta de los Belenes sevillanos es muy amplia, como los tradicionales del Ayuntamiento, Catedral, el Napolitano, el Rociero o el de la Asociación de Belenistas por nombrar sólo unos pocos.
Visitar Belenes es una buena oportunidad para explicar a los niños aquel bello acontecimiento histórico y a los mayores, para revivir aquellos tiempos e incluso vivificar la fe católica.
En Navidad se celebra la venida al mundo de Jesús, el Niño Dios, aunque entre tanta compra y fiesta insustancial parece que hemos desalojado al invitado divino, por eso, ver y comentar los Nacimientos Sevillanos son un buen motivo para vivir estas alegres y entrañables Pascuas.
Preciosa tradición religiosa la de los Belenes que proviene de San Francisco de Asís, allá por el siglo XIII, todos hechos con amor y devoción, ¡qué sería de una Navidad sin belenes, si el Niño de Dios es el centro de la celebración pascual!
Juan Francisco Fernández Aguilar