• Caixabank ya rechazó las condiciones de venta aunque todo el sector sabe que es a quien más interesa.
  • Los intermediarios se empeñaron en pedir lo imposible.
  • Al final, la entidad ha logrado vender nueve oficinas a la Caja Rural Castilla La-Mancha.
  • El problema es que es banca doméstica y eso sólo puede interesar a quien haga banca doméstica en España.
  • Y entre ellos no están ni Santander ni BBVA.

Tras el anuncio de abandonar la plaza española, Barclays se puso manos a la obra para vender su negocio en nuestro país. 262 oficinas, 2.800 empleados de los que 2.200 están en banca comercial, unos 9.000 millones de euros en depósitos a la clientela y activos valorados en unos 20.000 millones de euros.

Más allá de la idoneidad o no del momento -coincide con la tercera subasta de Catalunya Caixa y con los test de estrés europeos- la entidad británica decidió poner el proceso de venta en manos varios bancos de inversión, en lugar de hacerlo directamente. Una decisión que ha encarecido la operación, precisamente porque los intermediarios quieren llevarse su comisión correspondiente.

Efectivamente, es una práctica común, pero en este caso, la entidad británica conoce a la perfección la situación del sector en España y sabe que el más interesado es Caixabank. Es más, lo sabe todo el sector financiero. La entidad que preside Isidro Fainé quiere crecer en banca doméstica en nuestro país. Pero no a cualquier precio y el de la red de Barclays en España presentado por los bancos de inversión es demasiado elevado.

En resumen, el problema de la filial española de Barclays es que es banca minorista y sólo puede interesar a quien haga banca minorista en nuestro país. Ciertamente, en esa lista de posibles compradores podrían estar Sabadell y Popular. Pero Sabadell ya ha comprado mucho y ya ha manifestado que ha concluido las grandes operaciones. El Popular, por su parte, no ha mostrado ningún interés.

¿Qué hay de Santander y BBVA A Emilio Botín y a Francisco González no les interesa tanto crecer en España como ampliar su presencia en otros mercados. Y luego siempre está la posibilidad de que aparezca un banco extranjero que quiera entrar en el negocio doméstico español, aunque a la vista de las últimas salidas -City y Barclays- no parece una opción muy a tener en cuenta.

Una cosa está clara: la salida de Barclays de España -para ser exactos, la venta de su negocio minorista, el resto de divisiones permanecerá en nuestro país- se tendrá que realizar en los próximos meses, a más tardar en año y medio o dos años. En Londres tienen prisa por terminar al reestructuración del banco y, además, saben que no pueden mantener durante tanto tiempo a los 2.200 empleados en la situación de incertidumbre que viven actualmente.

En cualquier caso y de manera paralela, la entidad británica ha logrado vender nueve oficinas a la Caja Rural Castilla La-Mancha. Concretamente, las sucursales de Leganés, Alcorcón, Coslada, Fuenlabrada, Getafe, Valdemoro, Ciempozuelos, Albacete y Ciudad Real. En total, hablamos de 29 empleados, 500 millones de euros entre activos y pasivos y unos 14.000 clientes.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com