Han dedicado 3.500 horas y han recabado información de 160 instituciones

Las balanzas fiscales presentadas en la mañana de este martes se basan sobre los datos del 2005. Ocaña reconoce que si las balanzas se presentaran sobre la media de los últimos 5 años, por ejemplo, el resultado sería mejor desde el punto de vista técnico. Vamos, que reconoce que la información presentada es perfectible, aunque la mejor que se podía presentar dada la "premura".

Y es que el presidente Zapatero se comprometió durante su discurso de investidura a que en dos meses publicaría las balanzas fiscales. No han sido dos meses, sino tres. El suficiente para que Cataluña se adelantara la semana pasada y forzara al Instituto de Estudios Fiscales a trabajar contrarreloj para presentar las publicadas este martes.

En total, señala Ocaña, se han invertido 3.500 horas y se ha recabado información de 100 instituciones y 60 compañías publicas. Las principales fuentes de datos han sido el INE, la Agencia Tributaria y la Seguridad Social, pero también el organismo de apuestas, por ejemplo, ha participado informando de la propensión al juego regionalizada. Un trabajo de chinos para producir un producto, que -insiste Ocañá- "no es estadístico, sino económico". Pero que en todo caso no sirve para nada, porque no se pueden sacar conclusiones políticas de él.

Por otra parte, las balanzas ofrecidas por el IEF este martes son las número 36. La primera se publicó en 1960 y desde entonces se han realizado diversas aproximaciones para entender con criterios de imputación técnicos -"y subjetivos" reitera el presidente del IEF, José María Labeaga- o bien con información. Un trabajo de chinos y 3.500 horas financiadas con fondos públicos y de escasa utilidad si el Gobierno no basa su acción de Gobierno en esta información.