En tiempos de crisis uno siempre tiene el consuelo de ser liderado por un presidente del Gobierno que junta los conceptos de "austeridad y solidaridad". Es cierto que un cierto tufillo demagógico le lleva a ser parco en las concreciones: ¿a quién le toca la austeridad y a quién la solidaridad?

Nuestro nunca bien loado presidente nos ha dicho que la derecha es peligrosa, poque quiere reducir el gasto público. Es la misma idea de "Rasputín" Rubalcaba, para quien la pérfida derecha pepera lo que pretende es reducir los salarios, las pensiones y cerrar los comedores de caridad. Pero los socialistas no son así: los socialistas se dedican al gasto social para los pobres, por lo general a costa de los ricos, que es a los que protege la derecha.

Vamos con las concreciones: Sí habrá austeridad, por lo que tenemos que suponer que la tal austeridad vendrá, en primer lugar, del Estado, que reducirá los impuestos a los ciudadanos, mermando de este modo sus ingresos y aumentando los de la familia. Por ejemplo, el señor Zapatero debe estar sopesando la posibilidad de reducir los impuestos especiales sobre el carburante, porque han caído en la cuenta de que los transportistas autónomos tenían toda la razón en sus protestas. De esa forma, el Gobierno perderá poder -el poder de un Estado son sus impuestos- y la sociedad lo recobrará. ¿Ah, no se trataba de eso?

Lo de la solidaridad lo entiendo mejor. Está clarísimo. Se trata de que el Estado se endeude para movilizar el alicaído tejido industrial, con obras de infraestructuras, de agua, ayuda la compra de vivienda, VPO, aves, instalaciones sanitarias, etc. Cosa que, por cierto, ya no ejecutan el Estado central sino las comunidades autónomas. ¿Ah, tampoco era eso?

Entonces, ¿qué quiere decir ZP cuando dice que será austero y solidario? Porque encima, para completar el cuadro, resulta que nuestro líder, hombre modesto donde los haya, se enorgullece del superávit -ahora ya déficit- conseguido por su Gobierno, que es el que, según él, nos salvará de la crisis. En primer lugar, el superávit ya ha es historia y, en segundo lugar, quiero recordar al respetable público que el superávit en las cuentas públicas se consigue, no reduciendo gastos, que eso no lo haría jamás ZP, sino aumentando los ingresos, que eso sí lo ha hecho ZP. De hecho, durante su legislatura, la presión fiscal que soportan los españoles ha disparado con ZP.

Ya lo saben: austeridad, solidaridad... y un pelín de demagogia.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com