La ONU pretende extender el aborto bajo el eufemismo de "derechos sexuales y reproductivos"
Nos recuerda un amable lector lo acaecido en México y nos subraya que los argumentos esgrimidos por los jueces mexicanos que defendieron la vida -Sergio Aguirre, Guillermo Ortiz, Margarita Luna y Jorge Pardo- "merecen un estudio más detallado, ya que ellos también valen para otros países" de Hispanoamérica. Básicamente, estos magistrados defienden la vida del no nato por ser persona humana, y por tanto, sujeto de derechos aunque no haya nacido.
Por ejemplo, sus argumentos valen para Argentina, donde -también lo contamos recientemente- la mayoría de los aspirantes a la Presidencia en las elecciones del próximo 23 de octubre no defienden la vida, tal y como destacaba Notivida en su Número 780.
No obstante, según una información aparecida esta semana en el diario argentino La Prensa, el candidato a presidente por Unión Popular, Eduardo Duhalde, realizó una enérgica condena al aborto, al que definió como "un asesinato". Pero no sirve de mucho: según las encuestas, la gran favorita es la actual presidenta, Cristina Fernández, con el 50,24% de los votos, muy lejos de sus principales rivales: el diputado radical Ricardo Alfonsín (12,20%), y el ex presidente peronista disidente Eduardo Duhalde (12,12%).
Así pues, prosigue la lucha en favor de la vida en Hispanoamérica, uno de cuyos enemigos -como explica este lector y hemos dicho en Hispanidad- es la ONU, que pretende extender el aborto en la región al convertirlo en un derecho, al que eufemísticamente denomina "derecho a la salud sexual y reproductiva". ¿Por qué? Como explica Juan Claudio Sanahuja en su libro 'Poder global y religión universal', para controlar la natalidad en los países pobres y así asegurarse -los ricos- el control sobre las materias primas y recursos naturales de aquellos. "Años después, Juan pablo II advertía que la 'carrera desenfrenada al acaparamiento y a la explotación de los bienes de la tierra por parte de unos pocos privilegiados sienta las bases para otra forma de guerra fría, entre el Norte y el Sur del Planeta'", recoge Sanahuja en su libro.
Y no hay nada más que añadir.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com
En Hispanidad les venimos informando de la batalla por la vida que se libra en Hispanoamérica. Recientemente contamos que en México se había logrado una importante victoria por la vida ya que la Corte Suprema no alcanzó la mayoría legal de votos necesaria para derribar las reformas constitucionales que blindaron la vida ante el aborto en 18 estados del país (aunque la iniciativa se había personalizado en las leyes antiaborto de Baja California y San Luis Potosí). La Suprema Corte, compuesta por once jueces, necesitaba ocho votos para anular la reforma pero sólo logró siete. De esta manera, el proyecto abortista del juez Fernando Franco fue descartado por los magistrados en una histórica jornada para la defensa de la vida en el país.
Nos recuerda un amable lector lo acaecido en México y nos subraya que los argumentos esgrimidos por los jueces mexicanos que defendieron la vida -Sergio Aguirre, Guillermo Ortiz, Margarita Luna y Jorge Pardo- "merecen un estudio más detallado, ya que ellos también valen para otros países" de Hispanoamérica. Básicamente, estos magistrados defienden la vida del no nato por ser persona humana, y por tanto, sujeto de derechos aunque no haya nacido.
Por ejemplo, sus argumentos valen para Argentina, donde -también lo contamos recientemente- la mayoría de los aspirantes a la Presidencia en las elecciones del próximo 23 de octubre no defienden la vida, tal y como destacaba Notivida en su Número 780.
No obstante, según una información aparecida esta semana en el diario argentino La Prensa, el candidato a presidente por Unión Popular, Eduardo Duhalde, realizó una enérgica condena al aborto, al que definió como "un asesinato". Pero no sirve de mucho: según las encuestas, la gran favorita es la actual presidenta, Cristina Fernández, con el 50,24% de los votos, muy lejos de sus principales rivales: el diputado radical Ricardo Alfonsín (12,20%), y el ex presidente peronista disidente Eduardo Duhalde (12,12%).
Así pues, prosigue la lucha en favor de la vida en Hispanoamérica, uno de cuyos enemigos -como explica este lector y hemos dicho en Hispanidad- es la ONU, que pretende extender el aborto en la región al convertirlo en un derecho, al que eufemísticamente denomina "derecho a la salud sexual y reproductiva". ¿Por qué? Como explica Juan Claudio Sanahuja en su libro 'Poder global y religión universal', para controlar la natalidad en los países pobres y así asegurarse -los ricos- el control sobre las materias primas y recursos naturales de aquellos. "Años después, Juan pablo II advertía que la 'carrera desenfrenada al acaparamiento y a la explotación de los bienes de la tierra por parte de unos pocos privilegiados sienta las bases para otra forma de guerra fría, entre el Norte y el Sur del Planeta'", recoge Sanahuja en su libro.
Y no hay nada más que añadir.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com