Sr. Director:

Hace unos días, volviendo de dar mis clases en un instituto de secundaria, oí por la radio unas palabras del señor Zapatero hablando de "su" España del diálogo, de la libertad, del consenso, de la verdad… y pensé que debía referirse a una España "virtual", no a la real. Pondré unos ejemplos.

La obligatoria asignatura de Educación para la Ciudadanía no goza en absoluto de consenso. Miles de padres están presentando objeción de conciencia porque es contraria a su derecho, reconocido por la Constitución (art. 27.3), de educar a sus hijos de acuerdo con sus convicciones morales  y religiosas. Y es que al presidente le gusta mucho el diálogo, pero sólo con aquellos que son de su cuerda. Mientras más de un millón de personas salíamos a la calle en Madrid en favor de la Familia, el señor Zapatero se brindaba un almuerzo con el cantante Carlinhos Brown y su compañero sentimental. ¡Menudo respeto por la voz de la calle! Algunos meses más tarde, el debate sobre la Iniciativa Legislativa Popular presentada por el Foro Español de la Familia en favor del matrimonio conformado por un hombre y una mujer y en defensa del derecho del niño a contar con un padre y una madre, se cerró en el Congreso de los Diputados con un carpetazo y con la máxima indiferencia, a pesar de contar con el apoyo expreso de millón y medio de firmas. 

Yo querría pedirle al señor presidente que se deje de tanta alianza de civilizaciones y se proponga  primero la Alianza  y el consenso de sensibilidades en su propia "casa".

Pilar Costa Casellas

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