• Hasta ahora ha puesto como excusa el coste de la energía, tanto para justificar el ERE como para cuestionar la primera subasta bonificada.
  • El ministro Soria acusó a Alcoa de mentir sobre el coste de la electricidad y de que no acudió a la puja para las plantas de Avilés y La Coruña.
  • La multinacional le replica que en esa cita estuvo en "desventaja y que ofertó por las tres sus tres fábricas.
  • Este mes, clave para 800 trabajadores, se celebra una segunda subasta bonificada. ¿Acudirá

Tras el rifirrafe entre el ministro de Industria, José Manuel Soria, y Alcoa, la multinacional del aluminio que 'amenaza' con cerrar las plantas de La Coruña y Avilés, esta semana llega la hora de la verdad para el futuro de los 800 trabajadores que dependen de esas fábricas. Desde el anuncio del ERE no ha dejado de manifestarse (en la imagen). Todo se puede arreglar en días, si Alcoa acude a la próxima subasta de interrumpibilidad (son aquellas en las que se acepta detener el servicio cuando hay picos de demanda; por eso están bonificadas). Con ello garantizaría la continuidad de las plantas coruñesa y asturiana. Y nada se arreglará si no obtiene las compensaciones que espera. Es lo que puso como excusa en la subasta anterior, en la que pujó únicamente para la planta de Lugo. No hay que olvidar que la multinacional se agarró a esa misma excusa para cerrar la planta italiana de Portovesme por la misma razón, alegando el alto precio de la electricidad.

El ministro Soria dejó bastante clara su posición el viernes, 13 de diciembre, en la rueda posterior al Consejo de Ministros. Acusó a la multinacional de mentir sobre el coste de la electricidad para reducir plantas. En concreto, señaló que si quiere cerrar o reducir las plantas de La Coruña y Avilés que lo diga claro y que no ponga como excusa el coste de la electricidad tras los mecanismos establecidos en la reforma energética. Soria añadió, con ironía, que antes de fin de año hay una nueva subasta y, si quieren energía barata, que pujen bien y se dejen de historias.

La multinacional le ha contestado este domingo con un comunicado en el que señala que en la subasta anterior estuvo en "desventaja" y que ofertó "un nivel de precios de interrumpibilidad apropiado para cada una de sus tres plantas". Según la multinacional, "el problema fue que algunos pujadores como Alcoa estaban en una posición de desventaja por el diseño de la subasta y porque el número de bloques de 90 megawatios fue insuficiente".  

En el caso de las dos plantas 'amenazadas', todo comenzó con esa primera subasta de interrumpibilidad organizada por Red Eléctrica. A Alcoa no le salieron las cosas como esperaba, por aquello de los incentivos y bonificaciones que esperaba, ni para la planta de La Coruña ni para la de Avilés. Y pasó al ataque, primero planteando un ERE porque las fábricas, dijo, ya no son rentables, y después cuestionando el mecanismo de subasta, alterado por la reforma energética. A partir de la próxima subasta, por tanto, se queda sin excusas: le basta con obtener dos bloques de megavatios que necesita para garantizar la continuidad de las plantas coruñesa y asturiana. De ese plazo están pendientes, mientras tanto, las miles de familias que dependen de esas fábricas. Alcoa podría cerrar esas fábricas a principios de 2015. Afrontan, por tanto, una semana clave.

El presidente de los empresarios gallegos, Fernández Alvariño, ha declarado este lunes que confía en las negociaciones entre la asociación que lidera y la Xunta de Galicia para llegar a un acuerdo y que espera que la subasta energética de este mes permita su continuidad. Esperar y ver.

Rafael Esparza

rafael@hispanidad.com