Después de que el Consejo Consultivo de la comunidad de Madrid se manifestara a favor de la Ley de Cajas de Aguirre, el consejero de Economía, Antonio Beteta convocó a los medios para recordar a Blesa que tiene que cumplir la ley.
Si el presidente de Caja Madrid se negara e insistiera en que la que vale es la ley de 2003 ¿le inhabilitarían?, le pregunta una periodista en la rueda de prensa. No hay motivo para ello. No es lo que decía el consejero hace poco más de 15 días, por lo que parece haber un cambio de estrategia. Más aún cuando Blesa advertía la semana pasada que no obedecerá y que recurrirá los estatutos. El nuevo discurso de la Comunidad de Madrid sólo se explicaría si hubiera un pacto que obligara a Aguirre a no apretar más las clavijas a Blesa y que éste dimitiera tranquilamente, saliendo de la entidad con todos los honores en septiembre.
El caso es que Blesa tiene todas las de perder. Seguir en sus trece no sirve de nada cuando el Consejo Consultivo ha dado su aprobación técnica a la ley, cuando un intento de renovación por la antigua ley de 2003 si remotamente se diera la posibilidad- exigiría apoyos con los que no cuenta. Los socialistas madrileños tampoco le quieren. Hasta el momento se han abstenido dejando que Aguirre haga y deshaga, pero es posible que ante el río revuelto en las aguas del PP propongan a su propio candidato.