Debemos promover una cultura de la vida que fortalezca las garantías de la maternidad.

Los políticos y la sociedad deben asumir el compromiso de ayuda a las mujeres embarazadas con problemas.

Propone la recuperación de las Comisiones de Evaluación con personal independiente.

Los datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad, en relación a los abortos practicados en nuestro país, constatan, el aumento año tras año, de un fracaso de la política de ayuda a la mujer embarazada.

112.000 mujeres que se han sometido a un aborto durante el año 2007 suponen un fenómeno de violencia contra la mujer que no tiene, desde el punto de vista de los datos, parangón con ningún otro dato de las denuncias que se efectúan.

La aplicación del supuesto de grave riesgo para la salud de la madre se ha convertido en un fraude de ley por el que se realizan más del 99 por 100 de los abortos en nuestro país

Estos datos, fríos, no pueden hacer olvidar los dramas que se esconden tras ellos. Miles de mujeres abocadas al aborto y miles de niños a los que no se les concede el derecho a vivir.

Expresamos nuestra profunda consternación ante este camino sin freno hacia una cultura de la muerte que está penetrando en nuestra sociedad. La sociedad española debe reflexionar sobre las causas y consecuencias a las que nos lleva este tipo de política y debe reaccionar a favor de una cultura en defensa de la vida y de la mujer. No se puede seguir mirando hacía otro lado, mientras el Gobierno intenta dar un giro, a la legislación, con el único fin de primar a la patronal del aborto, eximiéndole de responsabilidad y garantizando su cuenta de resultados.

Desde Acción Mundial proponemos una revisión en profundidad de la aplicación del actual sistema de despenalización que lleve a la recuperación de las Comisiones de Evaluación por personal independiente del Centro donde se practican los abortos.

Las medidas que diversos grupos están proponiendo, en el ámbito de la subcomisión del aborto del Congreso de los Diputados, a favor de la información, alternativas al aborto así como de tipo asistencial deberían ser el principio de una política de garantía social, donde las mujeres con problemas por sus embarazos, encontraran salidas que permitieran continuar con la gestación de sus hijos.

El dejar las cosas tal como están, significa un desprecio absoluto por la vida, al tiempo que se convierte en cómplice de una situación inasumible para cualquier responsable político que defienda la dignidad de la persona, el bien común y el interés general del Estado.

Ángel Pintado Barbanoj

angel.pintado@diputado.congreso.es