El Presidente, Rodríguez Zapatero, hizo un comentario, en relación con la reacciones a la ley del aborto, que puede sonar a despectivo sobre las organizaciones sociales que han convocado la manifestación del 17 de octubre, en contra de la reforma de la regulación del aborto que impulsa el Gobierno.
Ha hablado de este tipo de grupos, sugiriendo que son realidades marginales en la sociedad española. Las encuestas reflejan que una gran mayoría social y una importante mayoría de sus votantes rechazan la reforma del Gobierno.
La gente que dentro de dos semanas va a salir a la calle para defender la vida no es gente de grupos extraños. Tal vez sea bueno recordar que el que practica una política extraña al convertir el aborto en un derecho y consagrar la cultura de la muerte es el Gobierno que él preside.
El movimiento convocante de la manifestación es un movimiento que no existe sólo en función de una movilización, sino que a diario trabaja apoyando, acompañando y sosteniendo a las mujeres que quieren ser madres y que sufren circunstancias sociales y económicas, también culturales, que les inducen a ver su maternidad como un problema.
Por contra, algunos organismos para oficiales, a todas ellas las incitan al aborto. Es un movimiento, en suma, que busca construir día a día una auténtica cultura de la vida.
Pedro J. Piqueras Ibáñez
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