La compañía de videojuegos prevé este año un importante descenso de sus ingresos y suprimirá 260 puestos de trabajo.
La empresa finladesa Rovio, artífice del popular videojuego para móviles Angry Birds, ha facturado este año menos de lo esperado, y prevé un importante descenso de los beneficios tras cerrar su ejercicio. Por eso, la compañía va a centrarse en su negocio principal, con la idea de mantener sus expectativas a largo plazo. Estos cambios se van a traducir en una reducción de más de un tercio de la plantilla; en total 260 puestos.
Rovio no ha vuelto a lanzar un videojuego que logre acercarse al éxito obtenido en 2009 con Angy Birds. La empresa ha intentado exprimir esta marca vendiendo la licencia para su uso en una gran variedad de productos, y también confía en la acogida de la película Angry Birds 3D, que se estrenará en mayo de 2016.
Daniel Esparza
daniel@hispanidad.com
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