Cuando se cumplen 20 años de los trágicos acontecimientos ocurridos el 11-S en Estados Unidos, llega este certero drama que nos desvela un aspecto inédito hasta el momento: la lucha de unos abogados de Washington DC para ayudar a los familiares de las víctimas de esa barbarie. Lo hace a través de la historia real del letrado Kenneth Feinberg, quien se convirtió en el defensor de los derechos de los damnificados de aquellos fatídicos acontecimientos. Su objetivo era que su desgracia no se quedara en la cuantificación económica de la pérdida humana. Ese hombre por este asunto también hizo un viaje personal, como bien ha resumido la directora, Sara Colangelo: habla del viaje de un hombre que pasa del cinismo a la apertura de corazón, de ser un rígido 'calculador' y defensor de las fórmulas actuariales a alguien que empieza a escuchar y tener en cuenta cada uno de los casos, cada historia, cada persona”

Muy emotiva cuando incluye testimonios de personas que perdieron a sus seres queridos, Michael Keaton encarna con el talento que le caracteriza al protagonista que intenta que los familiares de las víctimas, en shock muchas de ellas por su tragedia, al  menos, como última solución, cobrasen del Fondo de Compensación que el Estado otorgaba a los allegados del desastre  pero por un tiempo limitado. Una cuestión incómoda y tremendamente dolorosa para muchos de ellos. Porque el film quiere contestar a dos preguntas:¿Cuánto vale la vida de una persona fallecida? ¿Es moral siquiera plantearse dicha pregunta?.

A pesar del tiempo transcurrido desde esos sucesos, la fuerza de esos acontecimientos logra que el espectador siga empatizando con esas declaraciones de familiares reales de las víctimas y su dolor, a los que una indemnización económica nunca podía cubrir el hueco del ser querido que habían perdido.

Claramente, eso sí, sobra metraje. No eran necesarios 118 minutos para un relato que podía haberse resuelto sin problemas en 90.

En contra de lo que suele verse en las películas americanas, en esta se menciona  a George Bush, puesto que era el presidente en aquel momento, pero no se le critica en ningún momento. En EEUU tenían claro quién era el enemigo. ¿Recuerdan lo que pasó en España tras el 11-M?

Para: los que les interesen los trágicos acontecimientos del 11-S... y compararlos con los del 11-M.