La gente no sabrá de quién fiarse. Pero no eludáis la persecución: no sería buena señal
Virgen María (9-V-2011): ¡Cómo me repugna en mi Iglesia el orgullo del que está llena! Cómo me hace volver los ojos hacia fuera de ellos, éste no querer reconocer la acción de Dios. Que habla tan claro a través de sus instrumentos. Simplemente, porque no es lo que a ellos les parece. Y ellos se creen los asistidos grandemente por el Espíritu Santo. Grandes órdenes religiosas llevadas al traste porque el Demonio ha hecho mella en ellas. La gente no sabrá qué camino tomar ni de quién fiarse. No queráis salvaros de que no os llegue la persecución. Será mala señal esto para vosotros. Señal de vuestra falta de fidelidad.
