- El régimen chavista combina la represión política con unas carencias alarmantes en las cárceles.
- La Fiscalía culpa ahora al opositor Leopoldo López, ya preso, de extorsionar a Maduro con métodos poco ortodoxos.
- Las autoridades penitenciarias se excusan en la falta de medios para alimentar a los reclusos y eso justifica que coman gatos.
- Sólo la ONG 'Una Ventana para la libertad' denuncia la barbarie y la explotación física de los internos.
- En la cárcel de Tocuyito un incendio deja 17 muertos y 16 heridos. Desde 2014 han muerto ya 309 personas.
Venezuela continúa experimentando uno de sus peores momentos, tanto en materia política como social. Y es que la crisis generalizada que sacude al país hace años, a la que ha contribuido negativamente el dictador-presidente
Nicolás Maduro, se acentúa sobremanera con la actitud tomada en las cárceles.
Resulta que en los paupérrimos
centros penitenciarios los reos son explotados vilmente a base de ser golpeados con bates, cadenas y paños mojados, por ejemplo. Y derivado de ello, o no, se les ningunea en la alimentación. Porque una cosa es estar preso y otra bien distinta que no se pueda disfrutar en la cárcel de cierta dignidad. Tal es el caso que
estos reclusos apenas tienen para sobrevivir, si entendemos que al menos para vivir hay que comer en ciertas condiciones. Sin embargo, a través de algunas imágenes y vídeos, de los que ha informado
Carlos Nieto Palma, el coordinador general de la ONG
Una Ventana para la libertad, se aprecia cómo se han cocinado en el Centro Penitenciario Metropolitano Yare 3 gatos para 'alimentar' a los internos. Por lo visto "el Estado no podía seguir aportando los alimentos", según denuncian las familias de los presos.
Sin embargo, no queda aquí el estado de crisis penitenciaria que atraviesa Venezuela. Un cortocircuito acaecido en otra cárcel, concretamente en la
prisión de Tocuyito, en el norte del país el pasado 31 de agosto, se ha cobrado la vida de ocho mujeres y nueve hombres, que ha dejado además a
16 heridos por la catástrofe. Una cifra que se suma a la ya larga lista de muertos en
cárceles venezolanas, en las que desde 2014 han muerto 309 personas. Por su parte, la fiscalía de Venezuela designó a 3 fiscales para que determinaran lo ocurrido, y del escueto comunicado al que han tenido acceso los medios -otro modo insípido de censurar la información-, se apunta que se están buscando "evidencias de interés criminalístico en el lugar para determinar las responsabilidades penales correspondientes". Una declaración sin chicha para evitar comentarios que no vayan en la línea trazada por
Maduro, es decir, para tapar sus vergüenzas.
A todo esto ayuda poco la actitud del líder de la oposición y de Voluntad Popular,
Leopoldo López, quien según el Ministerio Público de Venezuela le acusa de "instigación pública, asociación para delinquir y determinador en daños e incendios" durante los sucesos registrados el 12 de febrero de 2014 en los que arremetió contra el gobierno de Maduro junto a otras 4 personas, en una serie de revueltas de carácter ilegal. Además, la Fiscalía le acusa también de ser responsable de otros altercados más graves que supuso el luto a 43 familias y donde resultaron heridas 870 personas. Todo ello como consecuencia de la vinculación de los procesados con los
daños materiales causados a la plaza Parque Carabobo y a los 6 vehículos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas que resultaron totalmente calcinados, según la Fiscalía Venezolana. Como es natural, su abogado
Roberto Barrero, exculpa a su cliente.
Así que así estamos, mientras los reos venezolanos se las ven y se las desean para sobrevivir en las cárceles de Maduro, el opositor López tampoco progresa adecuadamente. Mientras, las cifras de muertos son alarmantes, pero a nadie parece importarle demasiado. Uno, por estar instalado en su poltrona dictatorial y el otro armando jaleo sin mucho tino. Venezuela no va mal, va peor.
José Luis Panero
joseluis@hispanidad.com