Sánchez se reunió en Atenas con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis: presumió de colaboración entre ambos países, también en lo que a industria naval se refiere. ¡Vaya tino, señor presidente!
Pedro Sánchez es un as en el exterior (entiéndase la ironía), como se está viendo en la actual crisis diplomática con Marruecos. A esto se suma que un mes después de viajar a Atenas, Navantia ha perdido un contrato de unos 5.000 millones de euros para construir cuatro fragatas F-110.
En concreto, la sociedad pública española dedicada a la construcción naval civil y militar se ha quedado fuera del proceso en el que también han presentado ofertas Francia, Holanda, Alemania, Italia, Reino Unido y EEUU. Todo ello, a pesar de que habían presentado “una propuesta muy sólida y completa” y de que “la F-110 es un buque muy potente y por lo que sabemos de nuestros interlocutores en Grecia había despertado interés”, según fuentes oficiales de Navantia. Además, el contrato en juego no sólo abarcaba cuatro fragatas sino la modernización de varios barcos clase Hydra y la aportación de otros dos buques adicionales como transición para cubrir las necesidades de la Armada griega.
La sociedad pública española dedicada a la construcción naval civil y militar tenía “una propuesta muy sólida y completa”, pero se queda fuera del proceso en el que también han presentado ofertas Francia, Holanda, Alemania, Italia, Reino Unido y EEUU
Todo esto sucede casi un mes después de que Sánchez se reuniera en Atenas con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, y participara en la cuarta edición del Delphi Economic Forum. Allí, Sánchez presumió de colaboración entre ambos países, también en lo que a industria naval se refiere. ¡Vaya tino, señor presidente!
Ahora la prensa griega (el diario Ta nea o el medio especializado Ptisidiastima) alude a que el adiós a Navantia se debe a que el socialista no apoyó suficientemente a Grecia frente a Turquía el pasado verano, cuando se desplegaron buques de guerra en el mar Egeo. Los dos países son miembros de la OTAN y pese a que Grecia pertenece a la la Unión Europea, “los españoles eligieron los intereses económicos y no enfrentarse con Erdogan, pero eso siempre tiene consecuencias y más en Grecia”, se asegura en el Ministerio de Defensa heleno. Fue otro conflicto más, aunque con la tensión más elevada de lo habitual, entre los muchos que tienen Turquía y Grecia, sobre todo por cuestiones migratorias, pero España ha pagado el pato ahora. A todo esto se une otro hecho que no es baladí: Navantia está construyendo un megabuque para la Armada turca.
No hay que olvidar que en abril del año pasado, Navantia perdió otro importante contrato: el astillero italiano Fincantieri fue el elegido para las nuevas fragatas de la US Navy, en lugar de las F-100 españolas. Y por cierto, se habló mucho de que fue consecuencia de que el Gobierno retirara la fragata Méndez Núñez del grupo de escolta del portaaviones estadounidense Abraham Lincoln. Algo que no gustó a Donald Trump.
El adiós al concurso en Grecia supone el primer varapalo para Ricardo Domínguez, que se convirtió en presidente de Navantia hace dos meses, para cubrir la vacante que había dejado Belén Gualda al ser nombrada presidenta de la SEPI
Paralelamente, el adiós al concurso en Grecia supone el primer varapalo para Ricardo Domínguez, que se convirtió en presidente de Navantia hace dos meses, para cubrir la vacante que había dejado Belén Gualda al ser nombrada presidenta de la SEPI tras llevar sólo seis meses al frente de Navantia. Domínguez era desde noviembre de 2020 director del gabinete de la presidencia en dicha empresa pública y formaba parte de su comité de dirección; y también supone un miembro más de la cuota andaluza de la ministra portavoz y titular de Hacienda, María Jesús Montero: fue director general de Industrias y Calidad y Promoción Alimentaria y viceconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, y entre 2010 y 2011 fue director del gabinete en el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
Y todo esto llega después de que haya pasado poco más de un mes de la salida a flote del primer submarino diseñado y construido íntegramente en España, el S-81, construido por Navantia. Esperemos que desde India vengan mejores noticias: se ha dado luz verde al concurso de seis submarinos al que opta la empresa española con los submarinos S-80, según Infodefensa.