• En cualquier caso, asegura que la obra es "una carta de presentación al mundo".
  • El consorcio (GUPC) liderado por la compañía española tiene reclamaciones interpuestas por valor de 2.486 millones de dólares.
  • Para que el proyecto no sea deficitario se deberían reconocer unos 1.900 millones de dólares como mínimo.
  • A pesar de todos los problemas sufridos durante la ejecución de las obras, Sacyr y ACS pujan por el cuarto puente del Canal, valorado en unos 1.000 millones de dólares.
La ampliación del Canal de Panamá, una de las obras más importantes de los últimos años en el mundo, será económicamente "satisfactoria" para Sacyr. Es lo que no se ha cansado de repetir este martes el presidente de la compañía, Manuel Manrique (en la imagen), al grupo de periodistas desplazados a la zona, en vísperas de la inauguración, el 26 de junio. El afán de Manrique por transmitir este mensaje positivo tiene su explicación. Horas antes, el representante de Sacyr en el consorcio Grupos Unidos por el Canal (GUPC), encargado del proyecto, Fernando Pardo, había manifestado a esos mismos periodistas que "va a ser muy difícil que este proyecto gane dinero". Lo cierto es que la factura final de la ampliación ronda los 5.581 millones de dólares (en euros, unos 5.000 millones), muy por encima de los 3.193 millones de dólares (unos 2.861 millones de euros) del precio del contrato. Las cifras son claras. A esos 3.193 millones de dólares iniciales hay que sumar 465 millones (en euros, 417) correspondientes a las reclamaciones por sobrecostes que ya se han reconocido. Pero aún hay más. El consorcio tiene reclamaciones interpuestas por valor de 2.846 millones (2.230 millones de euros), en las instancias que estipula el contrato, esto es, en la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), en la Junta de Resolución de Disputas (DAP por sus siglas en inglés), y en el tribunal de arbitraje de Miami. Pues miren, para que GUPC no pierda dinero, es necesario que reciba, al menos, 1.900 millones de dólares (en euros, 1.700 millones) de esos 2.846 millones que ha reclamado. Y la cosa no es sencilla. Hasta el momento, las autoridades han reconocido algo más del 41% de las reclamaciones presentadas. Hasta ahí los números. Sin duda, el beneficio que aporta un proyecto de este calibre no es únicamente económico. Y es a lo que se ha referido Manrique cuando ha asegurado que la obra es "una carta de presentación al mundo". Efectivamente, en la historia de Sacyr hay un antes y un después de la ampliación del Canal de Panamá. Y eso, que es indudable, ¿qué valor tiene? Muchísimo. Y sí, Sacyr, que ha recibido el no sistemático de la ACP a la hora de presentar sobrecostes, es una de las empresas que pujan por el cuarto puente sobre la vía interoceánica, valorado en unos 1.000 millones de dólares. Además de Sacyr y de otras empresas extranjeras, también puja por esta infraestructura ACS. Pero esa será otra historia que contaremos en su momento. Lo que está claro es que Sacyr sigue apostando por Panamá. No es para menos. Según la ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, que ha estado en el país estos días, de todos los países de Iberoamérica, Panamá es el único que está invirtiendo en infraestructuras. Otros, como Colombia, Brasil o México, anunciaron grandes proyectos pero, a la hora de la verdad, no se han concretado. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com