• La petrolera está muy penalizada en bolsa, pero no por la gestión, sino por el mal momento del sector en su conjunto.
  • Antonio Brufau ha invertido a principios de mes un millón de euros en acciones y es ya el primer accionista individual del grupo.
  • Josu Jon Imaz ha comprado 40.000 títulos por 490.400 euros y su participación asciende al 0,006%.
Al mal tiempo, buena cara. Es lo que pasa con Repsol, cuyas acciones han perdido en bolsa, sólo en el último mes, casi un 20% de su valor, lo que ha convertido también en un buen argumento para que sus directivos compren. Los han hecho en los primeros días de septiembre su presidente, Antonio Brufau, y el consejero delegado, Josu Jon Imaz. En agosto, hizo lo mismo Gonzalo Gortázar, consejero delegado de Caixabank, y consejero de la petrolera desde abril. Un modo de hacerse ver. La cúpula directiva de la petrolera ha aprovechado para comprar por los bajos precios en los que se mueve la cotización, es cierto, pero es también un gesto de confianza sobre la evolución de la compañía. Eso siempre es ejemplar. La acción, que cotiza ahora en torno a los 12,11 euros, estaba hace un año en 19,3 euros. Repsol está muy penalizada en bolsa, pero no por su gestión, inversiones o proyectos, sino por el mal momento del sector petrolero en su conjunto, sacudido por la caída de los precios del barril de crudo. Y eso, cómo no, provoca la huida de muchos inversores. Antonio Brufau, en concreto, compró a principios de septiembre 81.900 acciones a 12,24 euros, lo que supone una inversión de alrededor de un millón de euros. Tras esa adquisición, su participación es del 0,031% del capital. Brufau es el primer accionista individual de Repsol. Josu Jon Imaz compró, también a principios de mes, 40.000 acciones, a 12,26 euros. Con esa nueva inversión, de 490.400 euros, su participación asciende al 0,006% (89.750 títulos). El director financiero de Repsol, Miguel Martínez, también compró, algo menos, 32.530 acciones, a precios de entre 12,27 y 12,3 euros. Rafael Esparza rafael@hispanidad.com