• La exsenadora de UPN, homenajeada por su defensa del derecho a la vida, cree que "los límites al respeto -a creyentes y a no creyentes- no se deben traspasar nunca".
  • Paralelamente, el Defensor del Pueblo de Navarra ha dado un 'tirón de orejas' al alcalde Asirón por carta.
  • Enériz pide al Ayuntamiento que los contenidos de las exposiciones tengan en cuenta las creencias religiosas.
  • Última burla de Azcona: vende Amén por 285.000 euros, que donará a dos ONG de protección de la infancia, una de ellas para víctimas de abusos "en la cuna de la iglesia".
Tristemente, parece que todo el mundo en Pamplona, excepto quien gobierna la ciudad, tiene bastante claro lo que ha pasado respecto a la profanación. El último ejemplo lo encontramos en la exsenadora de UPN, Amelia Salanueva (en la imagen), quien ha señalado a Hispanidad que la exposición blasfema del 'artista' Abel Azcona "es un sacrilegio apoyado por las instituciones públicas". Una declaración que nos ofreció tras ser homenajeada por su defensa del derecho a la vida junto a otros parlamentarios, en la tarde del miércoles. Salanueva cree además que "los límites al respeto -a creyentes y a no creyentes- no se deben traspasar nunca". Pero esto es desgraciadamente lo que ha sucedido en la capital navarra y a lo que aún no se ha puesto freno, pues la muestra de Azcona sigue abierta. Y es que el circo de EH Bildu continúa, pues ahora aluden a un vídeo secreto para criminalizar a los católicos. Ya saben, ahora tratan de convertir a las víctimas en verdugos, es lo único que hacen. Paralelamente, el Defensor del Pueblo de Navarra, Francisco Javier Enériz, ha dado un 'tirón de orejas' al alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, por carta. Así, atiende la queja de la plataforma Respeto por Navarra, pues no puede entrar más en el tema porque está pendiente de resolución judicial. En su carta, Enériz pide al Ayuntamiento que "los contenidos de las exposiciones que se autoricen en los locales y salas de titularidad municipal, sin perjuicio de la libertad de creación y expresión artística de los autores, tengan en cuenta las creencias religiosas, las distintas sensibilidades y el pluralismo de la sociedad pamplonesa". Asimismo, solicita que "respeten los derechos de terceras personas, adoptando, cuando proceda, las medidas oportunas en pro de una mejor convivencia". Ahora la pelota está en el tejado de Asirón, que está obligado a informar en un plazo máximo de dos meses si acepta o no la sugerencia del Defensor del Pueblo de Navarra. Además, el alcalde también puede hacer las alegaciones que estime oportunas. Claro que aún falta mucho para que se cierre la polémica. Mientras, Azcona continúa con su burla. El pasado miércoles anunció que ha vendido la obra Amén por 285.000 euros, los cuales donará a dos ONG de protección de la infancia, una de ellas para víctimas de abusos "en la cuna de la iglesia". Cristina Martín cristina@hispanidad.com