• El único canal que ya funcionaba, 13-TV, se queda en el 2,1% de audiencia y es un saco de pérdidas.
  • Y los novísimos, Real Madrid TV (Florentino), Ten (Secuoya) y DKiss (Blas Herrero), peor aún: sólo suman un 0,9%.
  • Conclusión: el PP sigue trabajando para el Duopolio de Mediaset y Atresmedia.
  • Por de pronto, paraliza la vuelta de la publicidad a TVE, en contra del criterio de Competencia.
El Gobierno Rajoy aprobó en octubre de 2015 la adjudicación de seis nuevos canales de TDT, acogiéndose al criterio del pluralismo y de la libre expresión de ideas y, por supuesto también   -como recordó el entonces ministro de Industria, José Manuel Soria-, con "condiciones exactamente las mismas para todos". La realidad un año después, sin embargo, no puede ser más desalentadora, a juzgar por las audiencias de esos canales. Si polémicas fueron las concesiones (a mes y medio de las elecciones), polémicos siguen siendo los resultados. Eso, o lo que es lo mismo, el inconfundible rostro de todo lo contrario: el Duopolio TV, que forman Mediaset (Telecinco y Cuatro) y Atresmedia (Antena 3 y La Sexta), barre cualquier otro pluralismo, ¡oh cielos!,  al margen de que uno gane a otro en distancias cortas o largas. ¿Qué más ante datos indefectibles como que entre esos dos grupos se repartan el 80% de la publicidad con el 58% de audiencia? Y al mismo Duopolio, encima, le tocaron en esa pedrea dos de los seis nuevos canales de TDT, aunque, como el resto, tampoco brillan en eso de las audiencias. Uno de ellos, Be Mad (Mediaset), comenzó a emitir en abril y en el año se queda en un 0,4% de cuota. El otro, Atreseries (Atresmedia), rueda desde diciembre de 2015 y va algo mejor, pero no llega al 1% (se queda en el 0,8%).  Son los datos de Barlovento al cierre de 2016 sobre las cifras de Kantar Media. Quedan cuatro canales entre los nuevos, por tanto, que podrían ser la gran esperanza en eso del pluralismo, pero ni con ellas ni sin ellas tienen mis males remedios. El único canal que ya funcionaba antes y que sigue pero con nueva licencia, 13-TV, se queda en el 2,1% de share. Con la licencia se ha ahorrado, 2,3 millones anuales, pero sigue siendo un saco de pérdidas, lo que es lo mismo, como ya les explicamos: la Iglesia española ha enterrado más de 70 millones de euros en esa cadena. El resto están todavía peor y entre ellos no suman un 1% (0,9%, en concreto). Real Madrid TV, de Florentino Pérez, no ha logrado pasar desde abril, cuando comenzó a emitir, la cuota del 0,3% y cierra el año en el 0,2%. Canal Ten, del grupo Seucoya, también comenzó en abril y su cuota es del 0,3%. Y canal DKiss, el canal del Blas Herrero (grupo Radio Blanca), cierra el año en el 0,4%. En suma, un desastre. Claro que este panorama, tan atronador, tiene otro ángulo de observación no menos inquietante, relacionado también con el Duopolio, pero no por la audiencia, sino por la publicidad. Claro que la derivada, en este caso, apunta a la complicidad del PP, que sigue trabajando a favor de Mediaset y Atresmedia para que la publicidad no vuelva a TVE. Y eso a pesar del duro informe de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) sobre la financiación de RTVE. La primera recomendación es que se revise el sistema de financiación de RTVE, como ya les informó Hispanidad, para cambiarlo. La CNMC proponía la vuelta de la publicidad, lo que se unía a otras críticas lanzadas por su presidente, José María Marín Quemada, por el mercado de la televisión en general y por la preeminencia del Duopolio en particular. Pero Rajoy ha preferido mirar para otro lado y dejarse convencer por Paolo Vasile (Mediaset) y José Creuheras (Atresmedia). Rafael Esparza